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«Tenemos lo que nos merecemos», esta ha sido la frase que más viene a la cabeza cada vez que escucho hablar de prohibiciones y regulaciones restrictivas en relación con las zonas de escalada deportiva de nuestro país.

No podemos pensar que siempre la culpa la tiene otro (generalmente la administración) sino que debemos mirar hacia nuestro colectivo y preguntarnos ¿qué hacemos para impedir que esto ocurra?

En primer lugar, la falta de solidaridad del colectivo escalador es manifiesta. Se sigue escalando en lugares prohibidos, se sigue equipando en zonas protegidas, se incumplen las regulaciones que tanto hemos tardado en conseguir, se quiebran los compromisos y se rompe la confianza. Lo queramos o no lo queramos, esto es así: justos por pecadores. Pongo un ejemplo: el pinar de rodeno (albarracín), no merece más comentarios.

En segundo lugar, la falta de interlocución con la administración pública. Esto es un grave defecto de nuestras federaciones y entidades en algunas Comunidades Autónomas. Es curioso como en ciertas zonas de España, sí se cuenta con el colectivo para regular. La ignorancia de la actividad que sirve de base para establecer PRUGS, PORNS y demás regulación a base de «decretazo» o «tasazo» (otra forma de ver la prohibición), tiene su origen en muchos casos en la incapacidad manifiesta de nuestros representantes o su falta de interlocución. No nos conocen.

Sin demonizar, pero esto también viene dado por la poca transparencia de estos procesos por parte de la Administración y su poca permeabilidad. Con la burocracia hemos topado.

En tercer lugar, no sabemos vendernos. Como he oído últimamente, hacer curriculum no es importante, es lo fundamental, la piedra de toque que nos permitirá sentarnos de tú a tú con el legislador que, mal que nos pese, nos vé como un riesgo y no como un apoyo. El ecologista, también sigue este mismo patrón.

En resumen: son malos y rancios, pero tienen motivos.

Debemos poner todo lo que esté en nuestras manos por favorecer una convivencia óptima entre el medio y el ser humano. No hay nada por encima de la protección medioambiental, nada, pero las prohibiciones han de hacerse sobre una base científica consolidada. Regular vs Prohibir, lo demás es pura demagogia.

Alejandro López

Abogado.