El otro día me preguntaron cuál es la función primordial de una federación. Se trata de una pregunta tan difícil de prever como de contestar; es como si te preguntan por la inmortalidad supuesta del cangrejo americano o por la humedad relativa del sol ¿qué demonios contestas? y lo que es peor, ¿con qué cara te quedas ante esta pregunta?

Me adelanto al final de la exposición: a día de hoy las Federaciones Nacionales y Autonómicas cumplen tres funciones básicas: promoción del deporte, desarrollo competitivo y «correduría de seguros».

Tomando como base las definiciones que dan las normas (en concreto la Ley del Deporte 10/1990), las federaciones deportivas españolas son entidades asociativas privadas, sin ánimo de lucro y con personalidad jurídica y patrimonio propio e independiente del de sus asociados, que además de sus propias atribuciones, ejercen por delegación funciones públicas de carácter administrativo, actuando en este caso, como agentes colaboradores de la Administración pública.

Por lo tanto, además de los rasgos típicos de una asociación sin ánimo de lucro, no podemos olvidar que las federaciones son una especie de ente público de carácter administrativo colaboradores, entre otros, del Consejo Superior de Deportes o de las diferentes consejerías autonómicas como responsables del deporte de base y del desarrollo competitivo.

No olvidemos que una licencia federativa no nace como un seguro de accidentes, sino como un seguro de competición. En montaña esto no es así. En relación con el resto de deportes en los que te tienes que federar para competir ¿Qué porcentaje de montañeros federados lo hacen con ánimo de participar en competiciones oficiales? ¿El 0,01%?

Por ello, para llevar a cabo las anteriores funciones y todas las que rigen su ámbito competencial, las federaciones deportivas españolas están integradas por federaciones deportivas de ámbito autonómico, clubes deportivos, deportistas, técnicos, jueces y árbitros, ligas profesionales si las hubiere y otros colectivos interesados.

Lógicamente, al funcionar formalmente como asociaciones y gestionar y realizar eventos, competiciones y actividades varias, no están exentas de responsabilidad, y les son de aplicación todas las normas y requisitos de exigibilidad y diligencia.

Debemos tener presente, además, que supuestamente, se trata del órgano de representación de los deportistas federados, y que debe velar por el deporte aunque éste sea practicado por no federados, y es la encargada de tramitar las licencias federativas, que no dejan de ser un seguro de accidentes para la práctica deportiva, siendo el enlace entre la compañía y el practicante.

Visto en muchas ocasiones como un órgano inútil por parte de los deportistas, el número de licencias, a pesar de todo, sigue subiendo año tras año (recordemos que la Federación de Montaña ocupa el quinto puesto a nivel nacional), pero este fenómeno se debe no tanto a lo que la federación hace por nosotros, sino por la simple tramitación y tenencia de un seguro que cubra nuestra actividad y que, muchas personas, contratan por su cuenta.

¿Están, por tanto, abocadas a la desaparición? Nada más alejado de la realidad. Si bien puede que hayan perdido y lo sigan haciendo, la función representativa y defensora del federado, o la organizativa, siguen y seguirán siendo el enlace con organismos superiores y sobre todo, pieza clave en el amplio mundo de la formación técnica que está naciendo con fuerza. Esto que parece una defensa de este colectivo, no es así: una cosa es lo que les deparé el futuro y otra bien distinta es cómo lo hagan y para qué lo hagan ¿existe el ánimo de lucro?

Desde hace algunos años el crecimiento que ha seguido el número de escaladores deportivos ha sido exponencial y con éste, también ha crecido el número de escuelas de escalada, vías y por tanto, equipadores, muchos de los cuales no tienen ni la suficiente experiencia ni la capacidad para ponerse a taladrar la roca y emplazar el sistema expansivos o de seguro.

Desde Andalucía me enviaban hace unas semanas un protocolo de homologación de escuelas de escalada. Lo revisé con cuidado. Al margen de otras consideraciones en las que ahora no voy a entrar, me surgió la duda de si la Federación estaba considerando el grado de responsabilidad en la que podría incurrir si se dedicara a “homologar” e incluso “autorizar” equipamientos deportivos.

Siempre he defendido un cierto control y análisis de calidad de determinadas escuelas de escalada masificadas. Quizá se aleje un poco de las competencias de una Federación, pero creo que éstas se deberían preocupar, tanto de ayudar económicamente, como de supervisar con técnicos capacitados (Técnicos Deportivos con experiencia y nunca técnicos propios, con titulaciones federativas), los nuevos equipamientos y reequipamientos, que eviten tantos problemas como estamos viendo a día de hoy con escuelas mal equipadas y con un mantenimiento defectuoso.

Pero esta labor, que no es originaria de las Federaciones sí debería ser valorada en su conjunto, tanto desde el punto de vista del fomento del deporte, la evitación de accidentes, como de la posible responsabilidad en la que incurre el “promotor” u “homologador” de un equipamiento en escalada deportiva, y la intromisión en una actividad que hasta hace poco era libre para cualquiera con imaginación, taladro, y mucho espíritu de sacrificio.

En resumen, las Federaciones tienen una serie de funciones asignadas con carácter general que, en muchas ocasiones olvidan, en otras se derivan hacia finalidades diferentes de las originarias, y que en nuestro caso, se alejan mucho de lo que en definitiva es el deporte de montaña, ya que muchas de esas atribuciones están pensadas única y exclusivamente para deportes en equipo y competitivos.

Creo que se abren una serie de posibles “posts” que me gustaría dejar a vuestra elección:

¿Cómo se tramita un seguro federativo y qué implicaciones tienen las federaciones?

¿Asumen algún tipo de responsabilidades las federaciones en la organización de eventos?

¿Tienen competencia para el otorgamiento de títulos benévolos de Técnico?

Tengo ciertas respuestas a todo ello, espero ir desgranándolas poco a poco.